martes, 18 de junio de 2013

Vulnerable quizá...


Búscame entre las sábanas porque me hundo como si fuese un barco de papel húmedo, sujétame. Diría que poco estoy atada a este amor si no fuese porque aún recuerdo la marca de tus manos en mis muñecas, porque todavía pienso en ti y miento si digo que olvido tus mordiscos… A veces no sé si hablo de ti, de él o simplemente de mí, pero la boca se me reseca si no escribo palabras de amor fugaz hacia tus sueños. Relampagueo sí no te veo y reviento sí no te tengo. Porque querer es poder, pero, ¿y cuándo hablamos de amar?... No sé. Alguien debió de bajarme de los tacones y darme un par de vueltas de más porque estoy que no me encuentro y eso parece que no me sienta del todo bien. Además no hace mucho que descubrí que mis aficiones de morder y arañar no estaban de menos, que ronronear se me da de lujo y que colarme entre tus piernas es casi un vicio irremplazable. Sé que aún me ves, aferrándome a tus tobillos, intentando por todos los medios quedarme contigo y no dar rienda suelta a mi soledad, sé que no quieres que me vaya y que también te da miedo que vuelva, sé que no sé qué pensar, ni siquiera que querer, pero aún, y digo aún con alegría, que estas siete vidas parecen cortas si las pongo de lado de mis ganas de volver a absorberte la vida.